Acordamos reforzar nuestras relaciones económicas, politices y militares; Libia siempre ha tenido posturas honorables respecto a Sudán, declaró a la prensa el general al Burhan.

De su lado, al Menfi elogió el Acuerdo de Jeddah, adoptado en mayo último, el cual generó un breve cese de hostilidades entre Al Burhan y su contrincante, el líder paramilitar Mohamed Hamdan Dagalo.

La entrevista de Al Burhan con Al Menfi, define en cierta medida el apoyo a ambos beligerantes ya que el gobierno radicado en esta capital cuenta con el apoyo de entidades islamistas, potencias occidentales y el reconocimiento de la ONU.

En contrapartida, el gabinete localizado en Tobruk (este) es visto con buenos ojos por el gobierno egipcio y tiene entre sus filas remanentes del liderazgo libio del asesinado Muammar el Gadafi, derrocado por una agresión militar de la OTAN en 2011.

El conflicto sudanés, cuyo final no se avizora en el horizonte, causó hasta el momento 12 mil muertos, la mayoría civiles no beligerantes, y el desplazamiento forzado de unos ocho millones de personas.

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