El artículo 32.3 de la Constitución subraya que la educación básica es obligatoria, pero este derecho no llega a las mayorías ante la falta de planteles libres de pago, recuerda el diario Le Nouvelliste.
La escasez de maestros calificados y competentes es tal que, incluso con el equipo adecuado en algunas instituciones, los alumnos no pueden entender las lecciones, trascendió en una reunión organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo.
De acuerdo con un informe, el «el 85 por ciento de los profesores haitianos no recibieron ninguna formación dentro del campo del magisterio, y el 30 por ciento tiene un nivel inferior al noveno año de educación básica».
Charles Guy Etienne, director del Catts Pressoir College, expresó que las familias haitianas son demasiado pobres para poder pagar estudios por largo tiempo, de ahí que sólo el 10 por ciento de los educandos terminaron la enseñanza secundaria e igual cifra completó su formación profesional.
Etienne criticó este panorama que se recrudece ante la falta de acceso a las infraestructuras escolares en las zonas remotas, y la incapacidad de muchas familias para costear el colegio a sus hijos.
El directivo recomendó que las escuelas se conviertan en incubadoras del desarrollo económico regional. «En las zonas costeras, podríamos dar prioridad a las escuelas de pesca y de gestión medioambiental», ejemplificó.
Los colegios –enfatizó Etienne- debieran ser génesis de proyectos de desarrollo regional, combinando educación con estabilidad socioeconómica, teniendo en cuenta que el 80 por ciento de los titulados hicieron sus maletas y abandonaron el país.
Actualmente, el gobierno del primer ministro de Haití, Ariel Henry, sólo destina un 1,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación, un presupuesto que sigue sin cubrir las necesidades esenciales de ese sector.
Esto demuestra la debilidad de la inversión pública en el sistema educativo, declaró la especialista, Marie Evane, quien explicó que este porcentaje del PIB está muy por debajo de la media, que es de un 4,3 por ciento.
La cifra refleja la falta de interés del gobierno haitiano por la educación, satisfacer las necesidades de las escuelas, e incluso la calidad de la enseñanza, parece una misión imposible, puntualizó la experta.
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