Reiteramos nuestra enérgica oposición a los principios presentados por Netanyahu para el día después de la guerra y nuestra advertencia sobre la gravedad de lo que se afirma en este anuncio, expresó Abbas en una carta enviada a dirigentes de varios países.

En ese sentido, denunció la propuesta de construir miles de viviendas para colonos judíos, lo cual refleja “las políticas declaradas de negar al pueblo palestino e imponer la soberanía israelí sobre todo el territorio que se extiende desde el Mar Mediterráneo hasta el río Jordán”.

El objetivo de este gobierno extremista israelí no solo es socavar las posibilidades de lograr la paz basada en la solución de dos Estados, sino más bien intensificar las campañas de limpieza étnica y desplazamiento de palestinos de la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental, subrayó en la misiva, divulgada este jueves por la prensa local.

Abbas reafirmó que “estamos dispuestos a trabajar para establecer la seguridad, la paz y la estabilidad en la región en el marco de un plan de paz integral”.

El gobernante insistió en el fin de la agresión contra Gaza y en el incremento de los volúmenes de ayuda humanitaria a ese territorio al tiempo que criticó los planes para desplazar a su población.

También llamó a obligar a Israel a respetar el derecho internacional humanitario.

Apreciamos su postura decidida ante la necesidad de lograr una solución de dos Estados de acuerdo con la legitimidad internacional, y su rechazo a cualquier propuesta alternativa que busque acabar con esta idea, afirmó a los gobernantes.

El presidente instó a respaldar a Palestina para obtener su membresía de pleno derecho en Naciones Unidas mediante una decisión del Consejo de Seguridad.

Es necesario aplicar pasos prácticos que puedan implementarse rápidamente para aprobar un plan de paz integral con garantías internacionales y un cronograma para finalizar la ocupación israelí, indicó.

La misiva fue enviada, entre otros, a los presidentes de China, Xi Jinping, de Estados Unidos, Joe Biden, de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Rusia, Vladimir Putin.

Asimismo, fueron incluidos el secretario general de la ONU, António Guterres, el canciller alemán, Olaf Scholz, y los primeros ministros de Italia, Giorgia Meloni, de Irlanda, Leo Varadkar, y de Noruega, Jonas Jar Store.

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