La designación del hasta hoy representante de Perú en la Organización de Estados Americanos (OEA) generó expectativas sobre más cambios ministeriales, sobre todo porque horas antes de la dimisión de Otárola, el canciller Javier Gozález-Ólaechea había anunciado un “relanzamiento de las políticas de gobierno”.
El nuevo primer ministro fue durante unos meses titular de Justicia del gobierno nacionalista de Ollanta Humala y como jurista comparte las posiciones del bloque de derecha extrema que mantiene hegemonía en el Congreso opositor.
A la ratificación de todos los titulares se suma el perfil político continuista de Adrianzén, similar al de su antecesor, según el analista José Carlos Requena, quien consideró que el cambio mínimo ratifica la política gubernamental vigente.
Como Otárola, Adrianzén defendió en la OEA la represión contra las grandes protestas contra el ascenso de la presidenta Dina Boluarte, que dejaron un saldo de 50 muertes, y culpó de estas a elementos extremistas beligerantes y se enfrentó a las críticas de organismos de derechos humanos nacionales e internacionales.
El congresista de izquierda Flavio Cruz declaró que el nuevo gabinete debería hacer un esfuerzo de reconciliación con el sur del país, principal escenario de las protestas contra Boluarte, entre diciembre de 2022 y marzo de 2023, y bastión opositor que exige reivindicación y justicia por sus muertos.
Añadió que el Gobierno no hace ningún esfuerzo para atender esa demanda y que Otárola ha insistido en gobernar en forma autoritaria y matonesca y señaló que Adrianzén tendría relación con el partido de derecha extrema Renovación Popular.
Según Cruz, el Ejecutivo tenía con la caída de Otárola la oportunidad de hacer los cambios en el gabinete ministerial que el país demanda, pero al parecer carece también de cuadros.
Para el legislador progresista Jaime Quito, la designación de Adrianzén y la ratificación de todos los ministros evidencia la continuidad de una política de mano dura y generará ingobernabilidad social
Desde la derecha, el parlamentario Alejandro Aguinaga, del partido neoliberal Fuerza Popular, planteó darle “el beneficio de la duda” al gabinete Adrianzén y dijo esperar que haya más cambios de titulares, lo que compartió su colega y afín de la bancada de Alianza para el Progreso, Eduardo Salhuana.
La presidenta ratificó a todos los ministros pese a que varios de ellos tienen pendiente ser interpelados por problemas en sus carteras, como los del Interior, Víctor Torres, por el desborde de la criminalidad, y de Salud, César Vásquez, por los problemas en el combate a los brotes de dengue.
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