Según la última Encuesta sobre Innovación Empresarial de Sudáfrica (BIS), durante el período 2019 a 2021, el 62 por ciento de las empresas sudafricanas tomaron medidas científicas, tecnológicas, organizativas, financieras o comerciales destinadas a realizar algún tipo de innovación.
En ese entorno, el sector informático posee las mayores proporciones de empresas con actividades de innovación e innovación.
Aún hay un margen significativo para que las empresas nacionales emprendan actividades creativas que den como resultado innovaciones, y lo hagan de manera inclusiva.
En Sudáfrica, donde enfrentamos múltiples desafíos, un sector empresarial más innovador puede contribuir a la productividad y la resiliencia empresarial, así como a la creación de empleo, mejores condiciones de trabajo y calidad de vida, afirmó Amy Kahn, quien dirigió el BIS.
En su encuesta, el BIS examinó las actividades de innovación en unas cinco mil empresas, desde pequeñas hasta muy grandes, y en un espectro amplio de industrias.
Entre las tecnologías avanzadas y emergentes, acorde con el reporte, las tecnologías de Internet de las cosas (IoT) fueron las más utilizadas o desarrolladas por el 80 por ciento de todas las empresas innovadoras.
IoT, se recuerda, describe dispositivos con sensores, capacidad de procesamiento, software y otras tecnologías que se conectan e intercambian datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet u otras redes de comunicación.
De otro lado, los altos costos se enumeraron como una barrera importante para la innovación para el 27 por ciento de todas las empresas, así como demasiada competencia (25 por ciento) y falta de fondos (24 por ciento).
La pesquisa destacó que las empresas sin procesos formales de innovación, como investigación y desarrollo (I+D), busca de patentes o no colaboración con entidades externas, tenían más probabilidades de abandonar sus proyectos de innovación.
El informe, preparado para el Departamento de Ciencia e Innovación por el Centro de Indicadores de Ciencia, Tecnología e Innovación, proporciona nuevas evidencias para que los formuladores de políticas fomenten la innovación empresarial.
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