En un artículo de opinión en El Diario El Salvador, Rodríguez valoró que, una vez resuelto el problema de la seguridad al enrejar a más 70 mil pandilleros y liberar a los pequeños y medianos empresarios de la “renta” con la cual eran extorsionados, ahora el problema radica en enfrentar los temas económicos.

Tras la victoria en las urnas en este ciclo electoral de 2024 que le otorgó un segundo mandato, dominio de la Asamblea Legislativa y mayoría en los gobiernos municipales, Bukele tiene el gran reto de la crisis económica nacional, inmersa en una crisis mundial.

Rodríguez identificó los escollos que enfrentará el gobierno en la tarea, entre ellos ser el país que menos inversión extranjera directa del exterior tiene, que desde 2021 con 313 millones sigue siendo la más baja de Centroamérica, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Asimismo gravitarán la deuda pública total del país que alcanzó los 28 mil 615 millones en junio de 2023, equivalente al 83.7 por ciento del producto interno bruto (PIB), según el Banco Central de Reserva (BCR) y la inflación.

Para subsanar la crisis económica, el gobierno debe debatirse entre la espada y la pared con los intereses leoninos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros buitres, léase, organismos multilaterales, señaló Rodríguez.

Sin embargo, en su empeño, el gobierno “tiene la ventaja de socios fiables como la República Popular China (RPC), que podría comprar la deuda externa, y de cooperantes no tradicionales como la Federación de Rusia, el mundo islámico con países como Turquía, Marruecos, Qatar, Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudita, apuntó.

El académico puntualizó que el “quid pro quo de esta coyuntura es proveer una política económica a favor de las mayorías sin recurrir a medidas antipopulares como el aumento del Impuesto al Valor Añadido (IVA)”.

Pese al aumento de la inversión por parte de sectores oligárquicos, planteó el experto, la gran perdedora sigue siendo la clase media, víctima de los recortes presupuestarios y la escasa inversión económica.

El académico valoró además el impacto favorable en la economía local de las remesas que con un monto superior a los ocho mil millones de dólares son una “inyección vital para la economía”, a los que se suma el avance del turismo, y probablemente un alza sostenida del valor del bitcoin, la segunda moneda de curso legal en el país.

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