El representante de la Oficina de la OCHA en Ginebra y director de la División de Coordinación de Operaciones Humanitarias, Ramesh Rajasingham, quien viajó a Kinshasa el pasado lunes, dialogó la víspera con funcionarios del Gobierno sobre la colaboración con los socios humanitarios para apoyar a las personas afectadas.

De acuerdo con la agencia de la ONU, Rajasingham visitará las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur para escuchar a los damnificados, a las autoridades provinciales, los socios humanitarios y las organizaciones de la sociedad civil que participan en la respuesta.

El pasado 9 de marzo la OCHA advirtió sobre el resurgimiento de la violencia y el deterioro de la seguridad en la provincia de Ituri, en particular en la localidad de Drodro, donde 10 organizaciones humanitarias interrumpieron temporalmente sus operaciones, manteniendo solo una presencia mínima para salvar vidas. “La suspensión de las operaciones humanitarias ha afectado directamente a la prestación de asistencia a más de 80 mil personas”, precisó la OCHA.

Hasta el 29 de febrero último la provincia de Ituri contaba con 1,8 millones de desplazados, apuntó el organismo, mientras que más de 215 mil congoleños huyeron desde inicios de febrero hacia la ciudad de Goma, donde el 1 de marzo se refugiaba una cifra superior a los 630 mil desplazados.

El hacinamiento, las escasas o nulas condiciones de vida y acceso a servicios básicos, la carencia de alimentos, la violencia y los peligros para la salud son algunas de las cuestiones que preocupan a la agencia sobre el resultado de estos movimientos de personas.

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