El fenómeno migratorio alcanzó notoriedad desde 2023 bajo la administración del presidente estadounidense, Joe Biden con el programa Libertad Condicional Humanitaria con una solicitud en línea y el apoyo de un patrocinador. Hasta febrero la cifra fue de 151 mil personas.
En esa línea, el abandono del país de ciudadanos de a pie, profesionales de la educación, la salud y ejecutivos de diferentes ramos genera otra preocupación en Haití.
En 2023 la población haitiana trató de sobrevivir, pero muchos ya se sentían desorientados, cansados y desanimados debido al deterioro de la seguridad, el aumento de la inflación y la agudización de las contradicciones políticas.
Vivir sus días en medio del crimen organizado, la violencia sexual, el desempleo, entre otras dificultades, ya no es una opción, y dirigen su mirada a destinos como México, Canadá y Estados Unidos, a este último, ya llegaron más de 100 mil haitianos el pasado año.
Los programas de visas de Canadá y Estados Unidos resultan insuficientes, de ahí que aproximadamente 33 mil haitianos cruzaron la selva del Darién este año, con el objetivo llegar a la segunda nación mencionada.
“A muchos jóvenes les gustaría quedarse, pero la falta de opciones viables no les deja otra opción. Los jóvenes están desatendidos y no existen políticas de desarrollo que los alienten a quedarse”, subrayó al diario Le National Sam Guillaume, del Grupo de Apoyo a los Retornados y Refugiados.
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