Kim Son Gyong, viceministro encargado de las organizaciones internacionales dentro de esa organización gubernamental, fue el encargado de la difusión de esa postura que alude a la aprobación de una resolución de DDHH anti RPDC en la 55 reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, sesionada el día 4.

En la misma condena y rechaza categóricamente esa farsa, orquestada por Washington y sus seguidores con la intención de acabar con la soberanía nacional del Estado asiático y su régimen socialista, lo cual constituye una violación flagrante de la soberanía e intervención en asuntos internos.

De acuerdo con el pronunciamiento la resolución de DDHH, inventada bajo el papel protagónico de las fuerzas hostiles a la RPDC, resulta un documento «político fraudulento, penetrado de los datos falsos e intrigantes de todo tipo, que calumnia injustamente la política de nuestro Estado sobre el aseguramiento de DDHH y su situación real».

Aclaró que este país asume como su política estatal la doctrina de primacía de las masas populares, concede mayor prioridad a los derechos e intereses de la sociedad, considerados como absolutos, y garantiza los auténticos derechos humanos.

«El acto hostil de Estados Unidos y sus satélites, destinado a difamar y derrumbar el régimen sociopolítico de la RPDC que fomenta sin parar los derechos independientes y el bienestar del pueblo, constituye la peor atrocidad antiética que amenaza más seriamente todos los derechos humanos del pueblo coreano», subrayó.

En su consideración esa campaña de fuerzas hostiles evidencia la mentalidad de derrotado e inferioridad moral de la nación norteña «que cayó en aprietos en la confrontación política y militar con la RPDC», y lleva al pueblo coreano a redoblar la voluntad de enfrentarse rotundamente a ese grupo.

«Aprovecho esta oportunidad para reiterar la seria preocupación por el hecho de que los aparatos de DDHH de Naciones Unidas, los cuales deben contribuir a la protección y fomento de DDHH en escala mundial en apego a los principios de la Carta de la ONU, fueran abusados por Estados Unidos y Occidente en función de sus malsanos objetivos políticos», señaló.

Dicha campaña, agregó, no puede representar nunca la opinión de la sociedad internacional que aspira a la justicia e igualdad y afirmó muchos países critican la aprobación de ese documento anti-RPDC.

«Es invariable la posición de la RPDC de defender la soberanía y la dignidad del Estado y los derechos e intereses del pueblo frente a las amenazas y complots de toda índole de las fuerzas hostiles. Serán condenadas al fracaso las tentativas de violar nuestra soberanía bajo el cartel de defensa de derechos humanos», concluyó.

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