“Si esa violencia y autoritarismo se aplica contra un Estado, qué no harán con una persona indefensa. Este hecho sienta un precedente muy peligroso de violencia y abuso de poder.

Un hecho que nos avergüenza del presidente Daniel Noboa”, comentó a Prensa Latina Alexandra Silva, secretaria de Mujeres y Diversidades de la Revolución Ciudadana 5 (RC5) en Europa, Asia y Oceanía.

De acuerdo con la activista, se trata de un acto de odio político, el cual de ninguna manera representa el sentir del pueblo ecuatoriano, al violar la soberanía de un país (México), los derechos humanos, el Derecho Internacional y las normas internacionales relativas al asilo.

El 5 de abril, uniformados ecuatorianos irrumpieron en la embajada mexicana con el objetivo de detener a Glas, a quien el gobierno de Andrés Manuel López Obrador había concedido asilo, por considerarlo un perseguido político.

Resulta lamentable que Ecuador vuelva a ser noticia por hechos que dan la vuelta al mundo, poniendo de manifiesto el autoritarismo de Noboa, advirtió Silva.

Para la secretaria de Mujeres y Diversidades de la RC5 en Europa, Asia y Oceanía, no existe manera de justificar un atropello como el cometido el pasado viernes.

Manifestamos nuestra solidaridad y respeto a México ante una violación tan grave de su soberanía, que salta las líneas rojas, subrayó.

En ese sentido, estimó que Noboa maneja el país como si fuese su hacienda bananera, sin respeto al Derecho Internacional.

A raíz de lo ocurrido, la presidenta del movimiento Revolución Ciudadana y excandidata presidencial, Luisa González exigió ayer la renuncia del mandatario por su “incapacidad para gobernar” en Ecuador.

Invadir una embajada es atacar a suelo extranjero, es declararle la guerra a un país, y se hace en medio de un capricho de un presidente sin ninguna razón o justificación, un hecho que no se ha visto ni en las peores dictaduras, afirmó.

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