Un reporte del Instituto Superior de Sanidad (ISS) señala que se registraron infectados en 15 de las 20 regiones del país, principalmente en Sicilia, Toscana y Lacio, con mayor incidencia en esta última, donde llegó a 44,9 enfermos por cada millón de habitantes, muy superior a la de 14,5 que se apreció a nivel nacional.
Solo 18 de los casos notificados fueron importados, para un 8,4 por ciento del total, mientras la edad media entre los contagiados fue de 31 años y el 74,2 por ciento tenía entre 15 y 64 años de edad.
Sin embargo, la mayor incidencia se observó en el grupo de 0 a 4 años con 63,3 casos por cada millón de habitantes, seguido del grupo de 15 a 39 años, con 28,3, y se notificaron 11 niños menores de un año afectados por la enfermedad.
El estudio precisa que en 165 de los casos, las personas reportadas contra el sarampión no estaban vacunadas en el momento de la infección, para un 88,2 por ciento, y 11 de los contagiados eran trabajadores de la salud, incluidos seis de quienes no estaban inmunizados.
Fueron hospitalizados 104 infectados, para un 48,8 por ciento, mientras a 38 de los mismos se les ingresó de urgencia y 56 presentaron al menos una complicación, cifra que representa 26,3 puntos porcentuales del total.
Entre las complicaciones notificadas con mayor frecuencia se incluyeron la hepatitis y la neumonía, e incluso la encefalitis, que afectó a uno de los contagiados.
Fabrizio Pregliasco, virólogo de la Universidad de Milán, declaró que ante estas alarmantes cifras, es necesario promover campañas de vacunación, para intentar reducir la epidemia.
“Ciertamente vemos una situación ligada a la disminución de la cobertura de vacunación. Como el sarampión es una enfermedad con un índice de transmisibilidad muy alto y el contagio se produce por la respiración, la única estrategia es la inmunización, comentó Pregliasco.
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