El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, reiteró el rechazo de su Gobierno a la irrupción de las fuerzas policiales y la captura del exvicepresidente Jorge Glas, que causó repudio de la comunidad internacional.
Sin embargo, dijo a la prensa, consideramos que se debe presentar una solución latinoamericana que permita un escenario de entendimiento entre las repúblicas hermanas.
Murillo extendió los buenos oficios de su país para superar el hecho que, advirtió, impacta muy negativamente a América Latina.
Colombia juega un papel muy importante en la convocatoria de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para un encuentro este martes, al formar parte de la troika de ese organismo.
A juicio del diplomático, los debates generados podrían optar además por varias rutas de diálogo con el apoyo de la Organización de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos o la propia Celac.
El sábado último, la policía ecuatoriana ingresó por la fuerza a la embajada mexicana para capturar a Jorge Glas, quien solicitó previamente asilo político al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El exvicepresidente tiene una orden de aprehensión en su país por presunta malversación de fondos en la reconstrucción de dos provincias afectadas por un sismo.
Junto a la alarma internacional por el suceso, México y Nicaragua anunciaron la suspensión de las relaciones con Quito, mientras que la Celac convocó a varias reuniones esta semana para abordarlo.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, rechazó el hecho y aseguró que su país emprenderá acciones para que la Corte Interamericana de Derechos Humanos expida medidas cautelares en favor de Glas, a quien se violó de manera bárbara su derecho al asilo.
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