El ataque de los cazas de la Fuerzas Aérea nigeriana ocurrió la semana pasada y fue la secuencia de una operación de la infantería contra un grupo armado acusado de varios secuestros para demandar rescates en metálico, precisó un parte del mando militar.
Los portavoces castrenses reportaron el incidente y lo insertaron en un parte según el cual la aviación eliminó a bandas armadas en varias localidades de Zamfara, entre ellas la de Maradun, donde los delincuentes buscaron refugio.
En contrapartida, residentes en la zona desmintieron la alegación y denunciaron que 33 personas murieron por el impacto de la metralla de las bombas o perecieron aplastados por los escombros de construcciones derribadas por el bombardeo.
La versión del mando castrense refutó las formulaciones de los testigos y señala que el ataque ejecutado tras una cuidadosa vigilancia de inteligencia.
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