Millones de niños en Vietnam han sido protegidos por la inmunización en los últimos 40 años, por lo que el número de infantes que mueren por causas prevenibles mediante vacunas se redujo significativamente, destacaron las entidades en un comunicado conjunto difundido aquí.
La OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) subrayaron que como resultado de dicho programa esta nación indochina erradicó la viruela y la polio, eliminó el tétanos neonatal y disminuyó drásticamente otras enfermedades como el sarampión, la difteria, la tos ferina y la encefalitis japonesa al inmunizar a millones de menores.
El texto señala asimismo que, como en muchos otros países, los servicios de inmunización de rutina en Vietnam se vieron interrumpidos durante la pandemia de Covid-19, por lo cual los infantes que no fueron vacunados entonces corren un mayor peligro de sufrir enfermedades graves que se pueden prevenir fácilmente con un inmunógeno.
Estos riesgos, advierte el documento, amenazan los avances logrados por Vietnam en la reducción de las muertes infantiles en las últimas décadas, de ahí la importancia de continuar realizando esfuerzos acelerados para garantizar que las vacunas lleguen a todos los niños de manera oportuna y cerrar las brechas de inmunidad existentes.
De cara al futuro alentamos firmemente al Gobierno de Vietnam a mantener este tremendo logro para que cada niño tenga la oportunidad de sobrevivir, prosperar y llevar una vida saludable, señaló la representante de la Unicef aquí, Rana Flowers, citada por la agencia de noticias VNA.
Iniciado por el Ministerio de Salud con el apoyo de la OMS y el Unicef, el programa ampliado de inmunización se lleva a cabo en Vietnam desde 1981 y en la actualidad incluye 12 vacunas gratuitas aplicables a niños de 0 a 10 años.
A fines de 2022 el Gobierno vietnamita dio luz verde al Programa de garantía de suministro de vacunas para la inmunización hasta 2030, cuyo propósito fundamental es satisfacer la demanda de inmunógenos contra enfermedades infecciosas incluidas en el plan nacional de vacunación y para la prevención y control de epidemias.
Según el esquema previsto, para 2025 el país debe dominar la tecnología de producción de 10 tipos de vacunas y producir al menos tres, incluida la combinada 5 en 1 contra la difteria, la tos ferina, el tétanos, Haemophilus Infunezae (Hib) y la poliomielitis o la hepatitis B.
La meta para 2030 es tener dominio tecnológico sobre la producción de 15 tipos de inmunógenos y ser capaces de fabricar al menos cinco y que todos ellos cumplan con las normas internacionales establecidas.
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