Al presentar los resultados del Índice de Denuncias de Delitos y Control Telemático, el investigador de esa entidad Walter Menchú expresó que las percepciones de la violencia pueden variar, dependiendo de la región del país.
Incluyó la exposición que tengan las personas a las noticias, ya que mucha información se queda en la mente, como un incremento de los asesinatos, remarcó.
Aunque realmente, cuando vemos los datos a nivel nacional, es una reducción notable, enfatizó Menchú.
Agregó que las cifras registradas no significan que este territorio centroamericano esté en las mejores condiciones de seguridad, por lo que llamó a profundizar en los cambios en la incidencia criminal.
“De acuerdo con el informe, el año pasado, en el primer cuatrimestre, se registraron un total de 898 homicidios; mientras que en este año se contabilizan 824”, detalló.
Destacó la reducción en el municipio capital de 30 hechos, 12 menos en el oriental Izabal y 11 en Jalapa.
Sin embargo, advirtió sobre el alza de la violencia en Santa Rosa (17 más), Asunción Mita (11) y Mazatenango (nueve).
El investigador Lizandro Acuña, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, calificó las estadísticas anteriores en igual sentido de positivas y reconoció los esfuerzos del Ministerio de Gobernación.
Señaló, sin embargo, que persisten desafíos como los robos, hurtos y asaltos, por lo que recomendó un mayor enfoque en inteligencia e investigación para desarticular grupos criminales.
Estimó que la violencia no solo debe ser combatida con represión, sino también con soluciones integrales, mediante políticas públicas dirigidas a la prevención, rehabilitación y reinserción social.
Según analistas políticos, uno de los principales retos del Ejecutivo, encabezado por Bernardo Arévalo, resulta la lucha contra el crimen organizado y la inseguridad en toda Guatemala.
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