Al dar a conocer ese reporte anual, divulgado en su sitio oficial, Eurispes indica que este país europeo enfrenta un dilema en relación con las opciones económicas, políticas y culturales que deben tomarse ante la creciente desigualdad, y propone un impuesto del 2,0 por ciento a los más ricos, para reducir esa brecha.
“Hemos llegado, pues, a una encrucijada y debemos elegir entre la adaptación o la transformación, así como entre un pacto por la conservación o un pacto por el futuro”, expresó el sociólogo Gian Maria Fara, presidente de ese centro de investigaciones, al dar a conocer el documento.
Eurispes se ocupa de estudios políticos, económicos y sociales, con un amplio desarrollo en el campo de la investigación, así como de la formación académica, y cada año desde 1987 emite el denominado Informe Italia, un análisis acerca de la situación en esta nación.
En el análisis de ese año se señala que, a pesar de sus graves dificultades, este país “cuenta con los recursos humanos, culturales y económicos para salir de una crisis cada vez más sistémica y multidimensional”.
“La encrucijada también concierne al impacto del cambio climático, la reorganización del sistema de bienestar, los efectos a mediano y largo plazo de los cambios demográficos, los flujos migratorios, la inclusión social, los cambios estructurales en el mundo del trabajo y la educación”, señaló Fara.
Entre las acciones para enfrentar los retos de cara al futuro, el Eurispes recomienda “volver a la centralidad del hombre”, con un nuevo humanismo frente al poder de las tecnologías, así como criterios más equitativos de redistribución de la riqueza y apoyar la educación como la piedra angular para fomentar la economía.
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