El aparato partió esta mañana desde el centro de Cabo Cañaveral, en el estado sureño de Florida, sin presentar contratiempos, cumplió bien con los siguientes pasos en su trayectoria y los ejecutivos de la compañía definen la operación de trascendental para continuar adelante con los planes de vuelos espaciales.

Starliner llevó a la Estación Espacial Internacional a los astronautas Suni Williams y Butch Wilmor, ambos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), y debe traerlos de regreso posiblemente el próximo día 14.

Boeing programó que toque tierra en vez de caer al océano, para así evitar que la sal marina dañe las partes metálicas y facilitar el proceso de recuperación.

Según el gerente del proyecto Mark Nappi, tras el lanzamiento vendrán otras fases y durante el resto del año la firma se enfocará en certificar a la cápsula.

Starliner es la sexta nave de su tipo en Estados Unidos que logra la hazaña de salir al cosmos con una misión tripulada. La antecedieron Mercury, Gemini, Apollo, Space Shuttle y la Dragon.

La NASA igualmente manifestó satisfacción con el envío de este miércoles y ponderó los esfuerzos de Boeing por solucionar todas las irregularidades que impidieron la operación en ocasiones anteriores.

Esa firma es líder mundial en la fabricación de aviones, helicópteros, misiles, satélites; pero, busca con la maniobra demostrar su capacidad de llevar y traer astronautas desde la estación espacial.

Si lo logra completarla con éxito, entonces la NASA podría autorizarla a realizar otros vuelos.

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