Ante los intensos combates en la zona, entre las Fuerzas Armadas congoleñas y los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), los cascos azules fortalecieron su presencia y desde el 27 de mayo han llevado a cabo más de 50 patrullas para resguardar a los habitantes.
También estuvieron involucrados en asegurar las rutas desde Kilambo, Mirangui, Kanyabayonga, Kania y Kirumba hacia los campos de desplazados.
Este fin de semana, luego de un par de días de calma y el alejamiento de los combates de Kanyabayonga, numerosas familias desplazadas por los enfrentamientos retornaron a sus hogares.
Este movimiento de personas igualmente estuvo en el centro de atención de la Monusco.
Como parte de su mandato de apoyar los esfuerzos de desarme, desmovilización y reintegración (DDR), los cascos azules facilitaron la repatriación de seis excombatientes de grupos armados, entre ellos una mujer, a diversas localidades de los territorios de Masisi y Nyiragongo, en Kivu del Norte.
En tanto en Balingina, provincia de Ituri, de conjunto con Unicef y el programa nacional de DDR, la Monusco facilitó la separación de 75 niños asociados con un grupo armado, tras su reclutamiento entre enero de 2022 y enero de 2024.
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