La amplia victoria en las europeas del domingo de Agrupación Nacional (RN), identificada con la extrema derecha, y la reacción del presidente Emmanuel Macron de disolver la Asamblea Nacional y convocar a comicios, provocaron un seísmo que de momento impacta de manera particular a la derecha.

El objetivo es claro de los campos que se perfilan: conseguir la mayoría absoluta en la Asamblea (289 de los 577 diputados) en las nuevas legislativas con la mira en reclamar el derecho a gobernar, y para ello resultan imprescindibles las coaliciones o bloques, algo así como caminar sobre arenas movedizas.

Motivados por su triunfo, la líder de RN, Marine Le Pen, y su presidente y cabeza de lista en las europeas, Jordan Bardella, buscan apoyos que les permitan gobernar en Francia, para lo cual se declararon preparados y portadores de “una esperanza”, en medio de la preocupación de otros sectores de la sociedad que rechazan las propuestas de la extrema derecha.

Ayer trascendió un acuerdo entre RN, que obtuvo un 31,4 por ciento de los votos en las europeas, y el otro partido ultraderechista, Reconquista, que consiguió un 5,5, fuerzas distanciadas entre sí, pese al vínculo familiar de Marine con la cabeza de lista de esa organización, Marion Maréchal (sobrina).

Sin embargo, Maréchal anunció este martes que fue informada por Bardella que no habrá pacto entre los nacionalistas, dos fuerzas calificadas aquí de “antieuropeas” y acusadas de racistas por su hostilidad hacia los migrantes.

Esta postura contradictoria después de los numerosos intercambios que sostuvimos no está a la altura de los acontecimientos ni de la esperanza generada, opinó la futura eurodiputada de Reconquista, partido fundado por el polémico Éric Zemmour.

Otra tensión en torno a RN y sus pretensiones de reclamar el poder de la mano de una complicada mayoría absoluta en el Palacio Borbón es la decisión del presidente del partido conservador Los Republicanos (LR), Éric Ciotti, de pactar con la extrema derecha representada por Le Pen y Bardella.

Los líderes de RN celebraron la alianza y ofrecieron no presentar candidatos a diputados en las circunscripciones en las que lo hagan los conservadores.

Necesitamos esta alianza, alegó Ciotti, un criterio que desató una ruptura inmediata con el mismo de parte de otros pesos pesados de LR, fuerza considerada heredera política del general Charles de Gaulle.

Abundan desde ese anuncio los reclamos de dimisión de Ciotti y las denuncias de renunciar a la historia y de actuar en interés propio, bajo el argumento de que la derecha republicana no tiene en su ADN pactar con la extrema derecha.

A raíz de sus declaraciones, creo que él no puede presidir nuestro movimiento, reaccionó el presidente del Senado, Gérard Larcher, mientras el jefe de la bancada de LR en la cámara alta, Bruno Retailleau, acusó a Ciotti de mentir y de cometer una doble falta, “sobre el fondo y en la manera”.

Más dura aún fue la presidenta de la Región Parisina, Valérie Pécresse, quien afirmó que su correligionario “vendió su alma por un plato de lentejas”.

También fustigaron el acuerdo conservadores-extrema derecha figuras de LR como Laurent Wauquiez y François-Xavier Bellamy, y lógicamente desde el oficialismo y el campo de la izquierda.

El ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, instó a los miembros de LR en desacuerdo con Ciotti a sumarse a las filas del gobierno en la batalla de las legislativas, cita en las urnas crucial para el futuro del país.

Mientras la derecha transita por vaivenes asociados al terremoto político causado por las europeas y la disolución de la Asamblea Nacional, la izquierda parece avanzar hacia candidaturas únicas, aunque no exenta de diferencias y contradicciones.

Anoche los socialistas, los insumisos, los ecologistas y los comunistas llamaron a formar un Frente Popular que represente una alternativa a las políticas de Macron y a la extrema derecha.

Por su parte, el jefe del Estado asegura que su apuesta al convocar a nuevas legislativas es la de ganar, y descartó que un resultado adverso conduzca a su renuncia.

Vienen días complejos en suelo galo, con el comienzo mañana del registro de las candidaturas, hasta el domingo, y el arranque de la campaña electoral el lunes.

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