Tal contingencia la dejó entrever Ricardo Saadi, director de combate de la PF contra el crimen organizado y quien participó en una operación a principios de junio para arrestar a involucrados en los episodios antidemocráticos, que incumplieron medidas cautelares judiciales o incluso huyeron a otras naciones.

Todavía existe la posibilidad de que los fugitivos no fueron rastreados por la PF.

La fuerza del orden público utiliza recursos de inteligencia para tratar de encontrar a quién escapó, por dónde huyó y dónde está en este momento.

El Ministerio de Relaciones Exteriores aún no envió una solicitud de información a Paraguay y Uruguay sobre los escapados condenados en el caso.

Los investigadores no descartan la posibilidad de que los huidos solicitaron asilo en Argentina y también que hayan cruzado las fronteras de Uruguay y Paraguay.

Según los evadidos, resulta fácil atravesar las demarcaciones, principalmente el Puente de la Amistad, en Paraguay.

El director de la PF, Andrei Rodrigues, informó que las solicitudes de extradición de los que huyeron a Argentina se harían esta semana.

Brasil espera una respuesta de la comisión de refugiados de Buenos Aires para hacer las solicitudes de repatriación sobre la base de los datos recogidos.

El Gobierno argentino respondió que analizará caso por caso las demandas de amparo de brasileños en el país. La razón es que el pedido no fue hecho por un grupo unificado.

Tampoco hay nombre importante entre los prófugos que permanecen en Argentina, lo cual podría causar conmoción para que la administración del presidente Javier Milei concediera la solicitud de refugio.

El Gobierno de Milei tampoco hizo ningún comentario sobre los pedidos y los brasileños que huyeron hacia su país.

La PF realizó una megaoperación la semana pasada para detener a participantes en los actos golpistas.

La Justicia autorizó 209 arrestos y, de estos, 47 no ocurrieron, porque los blancos estaban en Argentina, hacia donde buscaron escapar de las puniciones en territorio nacional.

Autoridades argentinas relataron a la policía brasileña que 65 investigados por la asonada buscan refugio en su suelo. Es decir, además de los 47 con órdenes de detención, hay otros 18 que aún huyen a la búsqueda.

Para la PF, esos brasileños entraron sin pasar por las autoridades fronterizas en Argentina. Se metieron en el maletero de un coche o cruzaron ríos o a pie por la frontera.

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