Durante el testimonio de dos horas ante la Policía Federal (PF), pero en sedes distintas (Brasilia y Río de Janeiro), ambos admitieron que no tienen conocimiento de la comercialización de un brazalete que, según los investigadores, fue identificado como otro elemento negociado en el país del norte.
Según las investigaciones de la PF, Cid y su progenitor estuvieron involucrados en la comercialización de relojes y esculturas en tiendas de Estados Unidos.
Parte de los recursos provenientes de esas negociaciones habría sido dirigida a la cuenta del general Lourena Cid, quien estaba al frente de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones, en Miami.
Los dos están bajo investigación por supuestamente negociar las joyas sauditas recibidas por la Presidencia de la República.
Cid alegó en conversaciones con interlocutores que, en caso haya habido comercialización de alguna joya, eso ocurrió por intermedio de terceros y sin su conocimiento.
El descubrimiento de la nueva alhaja ocurrió durante el cumplimiento de la orden de registro y decomiso cumplido por la PF en el extranjero, junto con el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Se sospecha que la prenda fue un regalo recibido por Bolsonaro durante el mandato como presidente (2019-2022), del cual él se habría apropiado ilegalmente.
El director general de PF, Andrei Passos Rodrigues, afirmó el 11 de junio que «hubo el encuentro de un nuevo bien vendido o intentado ser vendido en el exterior», lo que, para la corporación, robustece las investigaciones en curso que deben ser finalizadas en julio.
La PF averigua si la joya incrustada de piedras preciosas fue dada al entonces gobernante por autoridades de Oriente Medio.
Pesquisas iniciales sugieren que la pieza estaba en el mismo estuche de la escultura de palmera chapada en oro, entregada al exgobernante durante un encuentro con empresarios brasileños y árabes en Bahréin.
Recientemente, la PF anunció estar concluyendo el informe final de la indagación de los aderezos sauditas, que debieron haber sido incorporados al patrimonio del Estado brasileño, pero que el exmilitar intentó apropiarse.
Bolsonaro resulta objeto de al menos cinco investigaciones en el Supremo Tribunal Federal.
Una de las más complejas es la de las milicias digitales, que abarca la tentativa golpista del 8 de enero de 2023, un posible fraude en la tarjeta de vacunación contra la Covid-19 y la sospecha de venta y recompra de joyas recibidas en viajes oficiales cuando estaba en el poder.
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