El dinero proviene del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF) de Naciones Unidas y estará distribuido en unos 10 millones de dólares para la prestación de asistencia vital inmediata en la RDC, y 3,5 millones para reforzar las iniciativas de respuesta urgente en Burundi, informaron hoy.

Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), desde principios de diciembre la escalada del conflicto armado en la provincia de Kivu Sur ha provocado el desplazamiento de aproximadamente 500 mil personas.

Esto ha generado numerosas familias refugiadas en espacios públicos y asentamientos superpoblados, o con comunidades de acogida desbordadas; mientras que a Burundi llegaron unas 85 mil personas, incluyendo refugiados congoleños y repatriados burundeses.

Los movimientos de los últimos días han sobrecargado a un sistema ya de por sí frágil, con los puestos fronterizos y los centros de tránsito operando casi al doble de su capacidad, donde las personas se enfrentan a una grave escasez de alimentos, agua, refugio, servicios de protección y atención médica, detalló la OCHA.

“Los nuevos fondos del CERF apoyarán a las comunidades desplazadas y de acogida más vulnerables en las provincias de Kivu Sur y Tanganyika de la República Democrática del Congo, centrándose en programas vitales”, detalló la nota.

Añadió que en Burundi los recursos adicionales se destinarán a estabilizar las condiciones en los centros de recepción, reducir el hacinamiento y apoyar las reubicaciones al asentamiento de Bweru, a la vez que se proporciona ayuda vital.

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