
¿Denuncia o glorificación?
La Habana, 27 jul (Prensa Latina) El arte es hijo de nuestras sociedades, con sus luces y sus sombras. Muchas veces es capaz de abrir caminos hacia la paz y la reflexión, y funciona como un grito de resistencia o un puente hacia la empatía; otras, se acerca a la violencia con cierta ambigüedad, al punto que puede parecer que busca normalizarla o fomentarla.





