La autoridad eclesiástica propugnó la solidaridad como valor cristiano y “el amor gratuito y generoso, que es lo que debe gobernar nuestro país”.
“No debe gobernar el desprecio, el maltrato, la agresión, el insulto, el aprovechamiento, la mentira, los negocios sucios, los amarres bajo la mesa, tantas cosas que vemos en estos días”, dijo.
Castillo habló en el tradicional rito de lavado de pies, símbolo de humildad, lo que hizo con un grupo de madres de las Ollas Comunes que acopian y cocinan alimentos para sus comunidades pobres y para las que pide más apoyo estatal.
Mencionó también “las leyes perniciosas que se están creando y que no nos llevan a ninguna parte, solamente nos llevan al bolsillo de los pocos que han organizado esas leyes y olvidan completamente los pobres bolsillos de los pobres que quedan sin nada”.
En otro pasaje de su intervención llamó a participar no solo en las elecciones, “porque la verdadera democracia significa que sea ancha y que todos participemos y digamos nuestra palabra”.
El arzobispo insistió en la convicción de la Iglesia Católica de que es posible no solo la paz en el mundo, sino también la solución de los problemas de los pobres de Perú.
Señaló que “es necesario que todos hagamos concurso común para que el hambre no siga, y para hacer posible una solidaridad que no solamente se haga por momentos, sino que sea constitutiva en la nueva Patria peruana que deseamos, y cuya crisis estamos viviendo por el egoísmo y no por otra razón”.
De otro lado, el arzobispo limeño criticó la ley aprobada por el impopular Parlamento que restablece la bicameralidad y la reelección rechazadas por más de 80 por ciento de los peruanos en el referendo de 2018.
El dignatario eclesiástico señaló que el Congreso tomo la decisión a espaldas del pueblo y que, si bien la bicameralidad quizás sea conveniente, el asunto es el objetivo, la reelección y el interés por el dinero, lo cual no está bien.
“Esa es una manera de burlarse de una decisión popular en un referéndum, es violar la democracia”, aseveró, al negar que lo dicho sea un juicio político, sino un enfoque del fondo del asunto.
“Nos estamos haciendo mucho daño, y las personas que están haciendo esto, se están poniendo una soga en el cuello, están cavando su propia tumba, lo que pasa es que eso demora”, advirtió.
Citó la afirmación del historiador Jorge Basadre, de que en el Perú la gente calla durante mucho tiempo, “pero cuando se alza, lo hace de verdad y da en el clavo, ha habido muchos momentos en la historia así”.
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