Para los libaneses los pensamientos están puestos en el sur y en los esfuerzos en curso para detener el genocidio israelí contra la Franja de Gaza y el pueblo palestino.
En su mensaje por la conmemoración, el presidente del Parlamento, Nabih Berri, convocó a recordar desde una perspectiva humanitaria, de fe y moral, el hambre, la sed, la opresión, el desplazamiento y la aniquilación del pueblo en la Franja de Gaza.
Al mismo tiempo, indicó que Líbano es puesto a prueba en su fe, humanidad, filiación e identidad y “llamó al acercamiento y a buscar el avistamiento de la media luna de este bendito mes a través de los ojos del pueblo en las aldeas fronterizas del sur”.
En la ocasión, el primer ministro interino, Najib Mikati, renovó sus deseos de protección a la patria y bienestar, lejos de peligros, males y guerras.
A propósito, el Gran Mufti de la República, Sheikh Abdul Latif Derian convocó a superar visiones políticas y cooperar para elegir un presidente de la República, y preservar la unidad nacional.
De acuerdo con el referente religioso, la agresión contra el sur libanés está determinada por quienes toman las decisiones en la comunidad internacional, y defendió el establecimiento de un Estado palestino independiente y libre.
Al saludar la llagada del Ramadán que coincide en esta ocasión con la cuaresma de los cristianos, el expresidente de la República Michel Suleiman envió un mensaje de solidaridad por las víctimas en Líbano y Gaza como resultado de los persistentes crímenes israelíes.
“Que sea un mes de tranquilidad, seguridad, esperanza y salvación para el Líbano”, escribió en su cuenta en X el titular del Interior y Municipios, Bassam Mawlawi.
En esta línea de mensaje, el ministro de Agricultura, Abbas Hajj Hassan, apuntó que el ayuno de este año es un sentimiento absoluto con los ciudadanos en el sur y con el pueblo en Palestina que durante cinco meses enfrentan la brutalidad sionista.
Mediante un comunicado, el diputado Osama Saad enfatizó: “el mes bendito del Ramadán llega este año y el pueblo palestino atraviesa condiciones difíciles y trágicas como consecuencia de la continuación de la agresión apoyada por los Estados Unidos y ejecutada por un ejército israelí que asesina a civiles y no perdona a los niños”.
Como es tradición, durante estos 30 días los fieles buscarán un acercamiento espiritual con Dios, fortalecerán sus relaciones y realizarán acciones desinteresadas y de caridad.
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