La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), la concentración superficial global de CO2, promediada el pasado año, fue de 419,3 partes por millón (ppm), un aumento de 2,8 ppm durante esos 12 meses.
El CO2 atmosférico es ahora más de un 50 por ciento más alto que los niveles preindustriales, señala el informe, y puntualiza que ese fue el duodécimo año consecutivo en que el dióxido de carbono aumentó en más de dos ppm, extendiendo la tasa sostenida más alta de aumentos de CO2 durante los 65 años de registro de monitoreo.
Por otro lado, el metano atmosférico, fue menos abundante que el CO2 pero más potente para atrapar el calor en la atmósfera y aumenta a un promedio de 1922,6 partes por mil millones (ppb), indicó el texto de la NOAA.
Refiere, además, que esa cifra es la quinta más alta desde que comenzó el renovado crecimiento de metano en 2007 en la atmósfera y los niveles son ahora más de un 160 por ciento superiores a los datos preindustriales.
“El aumento de metano en 2023 con respecto a 2022 fue de 10,9 ppb, inferior a las tasas de crecimiento récord observadas en 2020 (15,2 ppb), 2021 (18 ppb) y 2022 (13,2 ppb)”, especifica el comunicado.
La NOAA añade que el óxido nitroso, el tercer gas de efecto invernadero más importante causado por el hombre, aumentó de un ppb a 336,7 ppb y las concentraciones son un 25 por ciento más altas que el nivel preindustrial.
Durante las últimas décadas, los aumentos del óxido nitroso atmosférico se deben principalmente al uso de fertilizantes nitrogenados y estiércol provenientes de la expansión e intensificación de la agricultura.
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