A una amplia gama de reglamentaciones en materia migratoria, vigente desde 2015, se suman ahora principios para filtrar en el exterior a los potenciales migrantes y para simplificar las regulaciones para su expulsión fuera de la Unión Europea (UE).
De igual forma, las nuevas medidas incluyen la posibilidad del pago por parte de cualquiera de los 27 miembros de la UE al presupuesto de ese bloque como condición para rechazar la aceptación de foráneos por cuotas específicas.
Después de 10 años de bloqueo de este documento, la Eurocámara se pronunció por ratificar el pacto de la UE sobre migración y otorgamiento de visado, declaró Mirgaritis Sjinas, vicejefe de la Comisión Europea para asuntos de la defensa del modo de vida europeo.
Se trata de una completa revisión de las normas migratorias de la entidad comunitaria que podrá ahora dirigir esa política de forma ordenada y bajo sus propias condiciones, comentó.
La política migratoria de la UE pasó a ser uno de sus temas más polémicos, sobre todo, después de la crisis observada en 2015, cuando a los países comunitarios llegaron más de 900 mil migrantes en ese año, el 75 por ciento de los cuales provenía de Siria, Afganistán o Iraq.
Al menos tres mil personas murieron hace casi una década, sobre todo, en el intento por surcar el mar Mediterráneo en endebles o rebosadas embarcaciones, en un esfuerzo por huir, en su gran mayoría, de conflictos armados.
En medio de la citada crisis, las naciones europeas debatieron un sistema de cuotas para aceptar a los foráneos, pero el documento final de cómo debería afrontarse ese problema quedó, en gran parte, sin definir por casi 10 años, comentó la prensa capitalina.
ro/to
