jueves 25 de abril de 2024
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Porras: Conducta principista de un canciller histórico de Perú

Lima, 25 mar (Prensa Latina) El excanciller Raúl Porras Barrenechea, que en 1962 se opuso a aislar a Cuba como quería Estados Unidos, encarna las mejores tradiciones de la diplomacia peruana, según se destacó aquí en un foro sobre el personaje.

En el conversatorio participaron el exdiputado, escritor y periodista Gustavo Espinoza, la exministra de la Mujer y exembajadora de Perú en Uruguay Aida García Naranjo, el historiador Ricardo Portocarrero y el director del Centro de Estudios de la Realidad Nacional Patria y director de la revista Nueva Hegemonía.

La actividad fue organizada por el Colectivo Solidario Solicuba y por la Asociación Amigos de Mariátegui, con motivo del 127 aniversario del natalicio de Porras.

Los participantes evocaron la actuación de Porras en la Conferencia de Consulta de la Organización de Estados Americanos, donde, contra la política del gobierno de entonces, de Manuel Prado, rechazó el aislamiento a Cuba que promovía Estados Unidos.

El historiador Portocarrero señaló que el llamado Canciller de la Dignidad de Perú recogió en un vibrante alegato la trayectoria diplomática de Perú, cuya naciente república convocó, por iniciativa del Libertador Simón Bolívar, el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826, primer intento de unidad latinoamericana.

También, dijo, su país apoyó la lucha de Cuba por su independencia de España, el rechazo continental a la invasión del filibustero norteamericano William Walker a Nicaragua y la cuádruple alianza de Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, que derrotó el último intento español de recuperar sus antiguas colonias suramericanas.

Esa línea, añadió el historiador, se expresó en la defensa de la soberanía cubana que hizo en la cita de San José, por lo que cesó como canciller a su regreso a Lima y murió semanas después, cuando su quebrada salud no resistió el ostracismo y las afrentas de que fue objeto por defender a Cuba.

El expositor agregó que Porras tuvo una actitud antimperialista, porque como historiador y profesor universitario compartía las simpatías de los pueblos latinoamericanos con la Revolución cubana.

La exministra García-Naranjo dijo que Porras es una personalidad ejemplar para los peruanos, pues su vida y su obra le otorgan una dimensión latinoamericana gigantesca.

Recordó que descolló también por su actividad intelectual y su labor diplomática, que incluyó la defensa de la integridad territorial de su país y de sus territorios amazónicos, merece y el reconocimiento como Canciller de la Dignidad.

Su actitud ejemplar en defensa de Cuba, agregó, cobra vigencia en estos días, en que la Isla es nuevamente agredida por la injerencia norteamericana, la que debe rechazarse al igual que el bloqueo de Estados Unidos, como hizo Porras.

Gustavo Espinoza señaló que el excanciller es una de las personalidades peruanas más destacadas del siglo XX y fue un demócrata en el contexto de una sociedad dependiente y subdesarrollada y desde su juventud tuvo una posición progresista y avanzada y se debería rescatar su legado.

Apuntó que el presidente Prado pensó enviar a otro representante, argumentando la delicada salud de su canciller, pero este decidió asistir a la reunión, para salir en defensa de Cuba.

A su regreso, “denigrado por la prensa oficial y aislado por el gobierno, se refugió en su casa hasta su muerte a los 64 años y partió enarbolando las banderas más justas, los pendones mas dignos”, por su actitud soberana al lado de Cuba, dijo.

Espinoza agregó que ahora que la Isla sufre una crisis económica causada por el bloqueo norteamericano y es agredida por la injerencia norteamericana, se debe redoblar la solidaridad con Cuba y expresó la certeza de que el país hermano saldrá adelante.

Arturo Ayala resaltó la fundamentación del voto de Porras contra la condena a Cuba y preludio de su expulsión de la OEA, y dijo que su actitud corresponde a las mejores tradiciones de la diplomacia peruana, en pro de la unidad regional y de la lucha contra cualquier amenaza o injerencia externa.

Sin ser un dirigente de izquierda, asumió la idea soberana de manera digna, planteó que no se debe excluir a Cuba y reivindicó la esencia democrática de la Revolución cubana, el derecho internacional y la soberanía de Cuba, aseveró.

ro/mrs

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