Los sentenciados a esa pena son Federico Minicucci, Guillermo Domínguez, Carlos Fontana, Carlos Romero, Jorge Di Pasquale, Roberto Balmaceda, Jaime Smart, Juan Wolk, Jorge Bergés y Horacio Castillo.
Después de tres años y medio de audiencias, los jueces Ricardo Basílico, Esteban Rodríguez y Walter Venditti también dispusieron 25 años de cárcel para Julio Candioti, en tanto Enrique Barre fue absuelto.
Entre los querellantes se encuentran la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, los nietos restituidos Carlos D’Elía, Victoria Moyano, Pedro Nadal, María José Lavalle y su hermana María.
También son denunciantes Laura Garack, quien busca a su hermano (a), el sobreviviente de La noche de los lápices Pablo Díaz y Graciela Borelli, familiar de un ciudadano uruguayo víctima del Plan Cóndor.
En un comunicado, Abuelas precisó que acusó a los imputados “por privación ilegal de la libertad y tormentos de 23 embarazadas y una madre secuestrada junto a su hijo, y por la sustracción, retención y ocultamiento de 10 nietos, siete de los cuales ya recuperaron su identidad”.
Los procesados son represores de los centros clandestinos de detención Pozo de Banfield, de Quilmes y Brigada de Lanús, dependientes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983).
También fue acusado el exdirector general de Investigaciones de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz, bajo cuyo mando funcionaron no menos de 20 centros de tortura y exterminio y varias maternidades clandestinas, donde las mujeres secuestradas daban a luz y les arrebataban sus hijos.
Etchecolatz murió en 2022 mientras cumplía condena por otros crímenes cometidos.
Además de los horrores perpetrados, se negó a decir dónde estaban los desaparecidos.
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