El primer ministro británico, Rishi Sunak, hijo de migrantes indios devenido líder del Partido Conservador, propone enviar de regreso a los migrantes ilegales mediante la concesión de fondos para el asentamiento de los repatriados.
Al respecto el canciller botsuanés, Lemogang Kwape, dijo a la prensa que “no podemos comprometernos a albergar personas sin saber en que terminará el proceso”.
El programa, que cuenta con adversarios de la sociedad civil, debe entrar en vigor en el curso de las próximas 10-12 semanas, aunque hasta el presente solo Ruanda accedió a integrarse.
Entre los detractores de la iniciativa aparece el Grupo de Trabajo de la Revisión Periódico Universal cuyo portavoz exhortó al gobierno de Botsuana y a otros países a distanciarse de este controvertido programa al parecer diseñado para favorecer solo a algunos de los solicitantes de asilo.
En ese sentido subraya que los ucranianos peticionarios de asilo fueron aceptados por la vía rápida y la población exhortada a acogerlos en sus casas, en contraste con las demoras en las solicitudes de los africanos.
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