Uno de los primeros síntomas de un cambio de las fallas tectónicas de la economía en el orbe es la definitiva ruptura de las cadenas de distribución global, un proceso que se inició con la pandemia de Covid-19 para acentuarse con las hostilidades en Ucrania.
Rusia, a partir de la operación que anunció el 24 de febrero del 2022 el presidente Vladimir Putin para proteger a la región sublevada del Donbás, pareció abrir, al mismo tiempo, una nueva ruptura en el sistema globalizado del flujo de mercancías, indicaron aquí expertos.
Para el asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM) de Cuba José Luis Rodríguez, la confrontación provocó una duplicación de los precios de productos como el arroz, no solo a causa del alza de los combustibles.
Algunos grandes productores de alimentos consideraron necesario cerrar su actividad de exportación para concentrarse en una distribución segura interna, afirmó Rodríguez en un coloquio en la sede capitalina del CIEM.
El precio de varios productos alimenticios creció en un 20 por ciento respecto a hace una década, aunque si se mira por separado, algunos se encarecieron mucho más, constató el también exministro de Economía.
A ello se une la desestabilización que provocó todo lo relacionado con el conflicto, pues las sanciones de Occidente, en especial de la Unión Europea (UE) tuvieron un marcado efecto bumerán sobre sus economías.
De acuerdo con el especialista cubano, la UE registró pérdidas por 785 mil millones de euros, a causa de su insistencia en boicoteo parcial de la compra de hidrocarburos a Rusia, lo cual disparó la inflación.
Europa pasó de un consumo del 80 por ciento de sus necesidades de combustible en Rusia a apenas 14 por ciento, pero debió cuadriplicar, señaló, los gastos en compra de combustible, en especial el gas licuado estadounidense, un 40 por ciento más caro que el gas natural ruso.
Al mismo tiempo, la guerra económica contra Rusia no solo le permitió vender menos volumen de hidrocarburos con igual o más ganancias por el alza de los precios, sino que también produjo un cambio en el esquema de sus exportaciones, con prioridad para China y la India, comentó.
OPCIONES ALTERNATIVAS
Las más de 17 mil 800 medidas punitivas, de ellas dos mil 500 aplicadas antes de comenzar el conflicto, llevaron a Rusia a reforzar su estrategia de sustitución de importaciones, aumentar sus inversiones en desarrollo tecnológico y a reforzar su complejo militar-industrial.
Rodríguez indicó que la confrontación con Occidente hizo más fuerte la asociación estratégica Rusia-China, con un intercambio comercial de 200 mil millones de dólares. Rusia llegó a una exportación récord a su vecino de 124 millones de toneladas de crudo, señaló.
Además, el Grupo Brics (Brasil, Rusia, China, la India y Sudáfrica), surgido por iniciativa de Putin en su momento, ocupa mayor espacio como entidad alternativa, mientras Moscú y Beijing buscan una mayor desdolarización de sus economías, estimó el experto.
Rusia cuenta ya con 40 mil millones de dólares de sus reservas de divisas guardadas en su equivalente en yuanes, mientras Arabia Saudita, uno de los mayores productos de crudo del orbe, acepta pagos en la moneda china, comentó el exministro cubano.
Asimismo, Occidente presenta claras dificultades para crear un frente antirruso, opinó, con votaciones en la Asamblea General de la ONU atizadas por Occidente para condenar a Moscú en las que se mantiene una alta abstención por parte de países del sur global, sobre todo de África.
CONFLICTO COMBUSTIONA GASTOS MILITARES
Las potencias occidentales en su afán de imponer una guerra contra Rusia, a través de Ucrania, desembolsaron 156 mil 260 millones de dólares, señaló el asesor del CIEM.
Además, la UE ya aprobó otros 55 mil millones de euros y Estados Unidos mantiene un debate en el Congreso para aportar 60 mil millones de dólares a Kiev, acotó el experto, quien recordó que Ucrania ya lanzó dos contraofensivas fracasadas, en septiembre de 2022 y en el verano de 2023.
Tales suministros de armamentos provocaron problemas sociales en varios países, mientras la situación lleva a un aumento de los gastos bélicos en el orbe que el pasado año se situaron en dos billones 240 mil millones de dólares, subrayó Rodríguez.
Europa, asimismo, reconoce su imposibilidad de producir un nivel suficiente de municiones para cubrir las necesidades propias y de Kiev.
De esa forma, la confrontación ucraniana que, con las controvertidas declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, le imprimen un peligro de conflagración global, parece introducir cambios en el esquema tradicional de la economía mundiall, con desafíos para los poderes hegemónicos.
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