Estos, principalmente en Alemania, Francia, España, Bélgica, Países Bajos, Polonia, Italia y Hungría, se manifiestan contra las políticas agrícolas de la Unión Europea (UE) al bloquear carreteras con tractores.
Según ellos, las políticas y regulaciones para combatir el cambio climático les resultan costosas.
La más poderosa y generalizada de estas protestas tuvo lugar por primera vez en los Países Bajos en 2019, donde los agricultores bloquearon el tráfico en varias áreas con más de dos mil tractores en las carreteras.
En esas ocasion las actividades se realizaron debido a un informe de un comité independiente que se presentó al Gobierno, al pedir medidas drásticas en el sector agrícola para reducir las emisiones de nitrógeno, que causan contaminación de la tierra, el mar y el aire.
Los agricultores belgas hicieron lo mismo y en 2023 interrumpieron el flujo de tráfico con sus tractores en la autopista de Bruselas, debido al aumento de los costes de las normas medioambientales.
Mientras, las protestas aumentan en intensidad desde entonces y recientemente los agricultores de otras capitales y ciudades europeas también han comenzado a hacerse oír.
Los agricultores bloquean las carreteras principales con tractores en Berlín, París y Roma, así como en otras ciudades, para llamar la atención del público sobre las políticas de la UE y la disminución de sus ingresos como resultado de ellas.
Además de llamar la atención sobre el aumento de las regulaciones, los que protestan también destacan los recortes en la financiación gubernamental, el aumento vertiginoso de los precios de la energía, el combustible y los fertilizantes.
Subrayan que la UE dificulta la producción agrícola al imponer normas estrictas sobre el uso de fertilizantes y pesticidas de carbono en el marco del Pacto Verde Europeo.
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