En un encuentro homenaje al prócer del país centroamericano Augusto C. Sandino (1895-1934), en el aniversario 90 de su muerte, la diplomática resaltó aspectos de su vida y su obra, cuyo legado está presente en el actual proceso de transformaciones que vive el país.
Durante la cita, efectuada en el Memorial António Agostinho Neto, Ríos abordó los puntos en común entre el Héroe Nacional angoleño y el luchador nicaragüense, los cuales defendieron la independencia y soberanía de sus respectivos países de las apetencias imperialistas.
Subrayó que su lucha no fue por el poder, sino por la transformación del país, por que el pueblo fuera quien decidiera sus destinos y todos los ciudadanos tuvieran derecho a una vida mejor, no solo unos pocos.
El profesor Antonio Pacavira igualmente aludió a semejanzas entre el pensamiento de ambos líderes, como la visión liberadora, la capacidad de movilización de personas para la lucha, y la consagración de sus vidas para el bien común, en particular para las futuras generaciones.
Destacó la necesidad de continuar estudiando la historia de estos hombres que cambiaron el mundo, independientemente de la geografía en la que nacieron, pues sus enseñanzas son universales.
En tanto, el embajador de Venezuela en Angola, Marlon Peña, significó que aprender sobre Sandino es conocer sobre Latinoamérica, pues se enfrentó a los poderes que incluso en la actualidad intentan frenar el desarrollo de los procesos revolucionarios en el continente: las oligarquías y el imperialismo.
Agradeció al Memorial António Agostinho Neto, en la persona del presidente de su consejo de administración (PCA), António Antunes Fonseca, por la relación cercana con los países latinoamericanos.
Mientras que la encargada de negocios nicaragüense le hizo entrega al PCA de un cuadro de Augusto C. Sandino, como muestra de gratitud por la amistad brindada a la nación centroamericana.
Representantes de las embajadas de Venezuela y Cuba, nicaragüenses residentes en Luanda, así como invitados angoleños asistieron a la actividad.
Augusto C. Sandino nació el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, Masaya, y destacó en la historia nicaragüense al convertirse en el líder de la lucha armada contra la intervención de Estados Unidos desde 1927 a 1933.
Fundó el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, integrado en su mayoría por campesinos, y puso en jaque a los norteamericanos hasta su salida del país.
Tras el retiro de la ocupación militar y la firma de un acuerdo de paz con el poder ejecutivo, fue asesinado el 21 de febrero de 1934 por oficiales de la Guardia Nacional bajo las órdenes del entonces director de la Guardia, General Anastasio Somoza.
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