Propiedad de una empresa británica y abanderado en Belice, el navío transportaba miles de toneladas de fertilizantes cuando fue alcanzado a mediados de febrero por proyectiles disparados por los rebeldes yemenitas como respuesta a la matanza de palestinos por Israel en la franja de Gaza.
Los rebeldes hutíes, en control de zonas de Yemen, anunciaron a fines del año pasado que atacarían los buques comerciales que transportaran productos hacia o desde Israel como “parte del deber moral de defender al pueblo palestino”.
A principios de octubre pasado Israel lanzó a su ejército, uno de los más poderosos del mundo, contra la franja de Gaza donde habitan alrededor de dos millones 300 mil palestinos blqueados hace décadas por aire, mar y tierra.
La arremetida de las tropas israelíes costó hasta el momento más de 30 mil muertes, en su mayoría civiles, incluidos mujeres y niños y la devastación del enclave.
Varios esfuerzos en el Consejo de Seguridad de la ONU para imponer un cese del fuego naufragaron debido al veto impuesto por Estados Unidos.
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