Durante la parada militar realizada para recordar la efeméride en esta capital, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa Nacional, mariscal de campo Birhanu Jula, recordó que Etiopía sorprendió al mundo entero al derrotar decisivamente a la bien armada fuerza invasora italiana en la batalla ocurrida en la ciudad de Adwa, región norteña de Tigray.
Birhanu precisó que la victoria es nuestra virtud histórica y estamos comprometidos a mantenerla. Fue el resultado de la unidad, la resistencia y la valentía de los etíopes que prometieron la disposición del ejército para mantener la unidad y la soberanía de la nación, recalcó.
En ese sentido, destacó la necesidad de que la actual generación mantenga la unidad y solidaridad mostradas por sus antepasados de diversas maneras, al tiempo que subrayó la construcción del museo alegórico a la hazaña combativa que inmortaliza los sacrificios, a los héroes y heroínas.
Por otra parte, llamó a los militantes armados en el país a detener la beligerancia, según él una misión de enemigos externos, por lo cual convocó también al público en general a defender al unísono la soberanía del país.
Las Fuerzas de Defensa Nacional realizaron un desfile militar y un espectáculo aéreo como parte de la celebración, mientras los jóvenes representaron con obras de teatro la participación del pueblo en la batalla de Adwa y la victoria en general.
Todos los estados regionales, administraciones municipales, instituciones, embajadas y consulados de Etiopía en el mundo también conmemoraron la fecha patria.
Bajo el mando del emperador Menelik II, los etíopes vencieron el 1 de marzo de 1896 en Adwa a más de 20 mil integrantes de fuerzas invasoras italianas, gesta que garantizó la independencia del país.
Aquella batalla entre la entonces Abisinia e Italia, reconocida como símbolo de resistencia africana o como el día que África derrotó a Europa, es considerada aquí una conquista militar honorable y ejemplo de gran patriotismo.
Sin distinción de etnia, filiación política o religión, anualmente los etíopes convierten esta jornada en una fiesta nacional, que tiene sus centros principales en Adwa, otrora ciudad más importante de Tigray, y el monumento a Menelik II en esta capital.
ro/nmr