El director regional adjunto de esa institución, Pierre Kremer, insistió en una intervención urgente y coordinada para socorrer a las personas que se han asentado en los alrededores de la ciudad de Goma, provincia de Kivu Norte, tras salir de sus territorios huyendo de la violencia.
Kremer visitó la zona y constató los problemas de salud y las necesidades multiplicadas de la población, así como la escasez de recursos.
Ante esa realidad afirmó que trabajarían con otros socios para tratar de incrementar la asistencia.
También el movimiento de la sociedad civil Mufuni Shanga solicitó ayuda para más de veinte mil desplazados asentados en Minova, en el territorio de Kalehe, en Kivu Sur, que «llevan un mes sin recibir asistencia, no tienen comida ni cobijo».
Las iglesias y escuelas que los acogieron temporalmente los están desalojando desde finales de febrero, por lo que se teme una explosión de enfermedades relacionadas con la higiene, añadió el reporte.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) advirtió en días pasados sobre la situación humanitaria en esa localidad, que se ha vuelto crítica.
Se calcula que alrededor de cien mil personas encontraron refugio allí.
En tanto el pasado 22 de febrero Oxfam Internacional alertó que más de 133 mil desplazados en Kivu Norte viven sin aseos ni agua, con graves consecuencias para su salud y seguridad.
El reporte de la organización no gubernamental señaló que estas personas se ven obligadas a pagar 0,40 dólares por utilizar los aseos o las duchas de las comunidades de acogida, una cifra que está fuera del alcance de quienes lo han perdido todo.
La situación es especialmente difícil para las mujeres, que tienen que caminar hasta 25 kilómetros para buscar agua en un trayecto peligroso de al menos cuatro horas, tiempo durante el cual se exponen a la violencia de los grupos armados.
“Las necesidades superan con creces los recursos disponibles: los emplazamientos están abarrotados, la gente duerme al aire libre o hacinada en cobertizos, hospitales o escuelas, haciéndolos inservibles”, subrayó la directora de Oxfam en la RDC, Justine Gomis Tossou.
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