La fecha se originó durante una Conferencia Internacional en Austria en 1998, cuando se acordó crear una jornada emblemática por la importancia de cuidar y hacer un uso consciente y responsable de la energía.
En ese encuentro se debatió sobre crear estrategias para ampliar la diversificación energética a través de otras fuentes como las renovables y la reducción de los combustibles fósiles.
Con la eficiencia energética se busca mejorar la calidad de vida sin perjudicar los recursos y optimizando la energía mediante otras fuentes más sostenibles, introducir la práctica del reciclaje, usar fuentes de energía limpia, utilizar la solar y eólica, entre otras.
Además, emplear bombillas de bajo consumo, apagar las luces innecesarias, asegurarse de no dejar los cargadores de los teléfonos móviles puestos en el enchufe, así como lavar y planchar la ropa de una sola vez.
Apagar aquellos equipos que no se estén usando, aprovechar al máximo la luz natural en las actividades diarias y evitar el uso desmedido de la luz artificial.
También, disminuir el empleo de vehículos particulares y optar por otros medios de transporte.
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