De acuerdo con una nota publicada en el sitio digital del diario Il Messaggero, el ministro de Empresas de este país, Adolfo Urso, inició conversaciones en tal sentido con los ejecutivos del grupo automotriz Stellantis, con sede en Ámsterdam, Países Bajos, fusión de la empresa ítalo-estadounidense Fiat Chrysler y la francesa Groupe PSA.
Sin embargo, para alcanzar tal objetivo, se necesita al menos otro productor y “hemos iniciado conversaciones con productores de varios países, no sólo orientales sino también occidentales”, afirmó Urso, con candidatos como las empresas automovilísticas chinas BYD, Chery y Leapmotor así como la japonesa Toyota y la estadounidense Tesla.
Durante una reciente audiencia ante la Comisión de Actividades Productivas de la Cámara de Diputados, el ministro reconoció que las conversaciones con el multimillonario Elon Musk, propietario de Tesla, se prolonga desde hace meses, pero sin llegar aún a un acuerdo final.
La fabricación de al menos un millón 300 mil vehículos en Italia es el umbral identificado por el gobierno de este país para aprovechar las capacidades de las cinco mil 500 empresas de la amplia cadena de suministro de componentes, que emplean a 1,2 millones de personas, así como para cubrir las necesidades del mercado interno.
Italia tiene el nivel más alto de motorización de la región, con 684 vehículos por cada mil habitantes, frente a una media de 560 unidades, de acuerdo con datos sobre la densidad de automóviles en relación con el tamaño de la población, publicados a fines de la pasada semana por la Oficina Europea de Estadísticas (Eurostat).
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