Dada la presencia desproporcionada de mujeres, las prerrogativas de los empleados domésticos son clave para la consecución de la igualdad de género, remarcó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Ante la importante escasez de mano de obra, los países tratan de mejorar la participación femenina en el mercado laboral, que a menudo depende de la existencia de servicios de cuidados, recordó la agencia especializada de Naciones Unidas.
Los ocupados en labores domésticas, contratados directamente por un hogar o a través de un proveedor de servicios público o privado, desempeñan un papel integral en la prestación de cuidados, lo cual debe recibir una justa valorización.
Sin embargo, «no suelen tener acceso a los derechos laborales y a la protección social, y carecen de acceso a los derechos y servicios de cuidados para ellos y sus familias, por ejemplo, protección de la maternidad, prestaciones por hijos a cargo, guarderías y servicios de cuidados de larga duración”, indicó la OIT. Estas lagunas en la protección y el acceso a los servicios, acotó, son más pronunciadas entre los trabajadores domésticos, que se enfrentan a múltiples formas de discriminación, basadas en el estatus migratorio y el origen étnico o indígena.
Este nuevo informe de la OIT salió a la luz en un momento de creciente demanda internacional de cuidados remunerados, con un número cada vez mayor de países que se enfrentan a una crisis en esta materia, debido a las grandes necesidades no cubiertas y al envejecimiento de la población, sopesó la institución.
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