«La situación del suministro de agua en la capital es literalmente preocupante,sentenció Edouard, quien propuso crear un corredor humanitario.
El rigor de la escasez comienza a sentirse en varios puntos de la capital haitiana y la crisis puede agudizarse de mantenerse la actividad de las pandillas.
En el centro de la ciudad hay largas filas en los puntos de venta del preciado líquido, que ahora para más angustia de la población subió de precio, y el pueblo se ve obligado a pagar por cinco galones 200 gourdes (1,51 dólar estadounidense).
Otras personas para llenar un cubo depositan 15 gourdes, y están los que caminan una distancia considerable buscando un sitio donde la entreguen de manera gratuita.
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