La nación africana está interesada en las experiencias de la producción agropecuaria del gigante asiático, pero sobre todo en la inversión y cooperación en este ámbito, vital para la seguridad alimentaria.
Para Angola, un país cuya población crece anualmente alrededor de un 3,1 por ciento, este es un aspecto de gran relevancia, de ahí que en el año 2022 el Gobierno lanzara un plan para el fomento de la producción de cereales denominado “Planagrão”.
Dicho programa prevé producir seis millones de toneladas de trigo, arroz, soja y maíz al año, a partir de 2027, para lo cual se requiere una inversión media anual de unos 670 millones de dólares.
También son necesarios otros 471 millones de dólares cada año para la construcción y rehabilitación de infraestructuras de apoyo a los sectores productivo y social.
Inicialmente se han incorporado a este programa las provincias de Moxico, Lunda-Norte, Lunda-Sul y Cuando-Cubango, debido a sus características y condiciones climáticas favorables para estos cultivos, plantados en una superficie de dos millones de hectáreas.
Los cálculos del Ejecutivo apuntan a que la nación precisa producir cerca de 10 millones de toneladas de cereales para alimentar a una población estimada de 32 millones de personas, pero para 2027 Angola podría tener unos 38 millones de habitantes, lo cual remarca la urgencia de desarrollar el sector agropecuario.
En este ámbito, China tiene mucho que aportar, pues en 2023 su producción de cereales alcanzó la cifra récord de 695,4 millones de toneladas, con una posesión per cápita de 493 kilogramos, un valor superior a la línea de seguridad para los cereales reconocida internacionalmente, la cual es de 400 kilogramos.
De acuerdo con declaraciones el pasado 5 de marzo del ministro de Agricultura y Asuntos Rurales, Tang Renjian, este es el noveno año consecutivo en que el país registra una cosecha de cereales superior a 650 millones de toneladas.
Tales resultados, que apuntan directamente a la salvaguarda de la seguridad alimentaria y la mitigación de la pobreza, llaman la atención de Angola, que sitúa la cooperación en el sector agrícola como una cuestión estratégica.
Previo a la visita del mandatario angoleño a Beijing, un grupo de inversores y técnicos de ambos Estados sostuvieron un encuentro con vistas a establecer posibles puntos de acuerdo.
El presidente de la Cámara de Comercio Angola-China, Luís Cupenala, dijo en la ocasión a la Agencia Angoleña de Prensa que los dos países deben dirigir su atención hacia otros mercados y sectores, como la agricultura, donde son necesarias grandes inversiones.
Por lo pronto, la agenda del presidente Lourenço incluye la visita a una provincia china el domingo, donde además de conocer el desempeño de empresas ligadas a la industria farmacéutica y textil, podrá apreciar de primera mano aspectos relacionados con la producción agrícola.
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