A tal dígito se llegó después que el Supremo Tribunal Federal (STF) sancionara en la semana a otros 15 implicados en los episodios antidemocráticos.
Cada acusado fue juzgado de forma individual en el pleno virtual del Supremo, cuando los ministros insertan sus votos en el sistema electrónico.
En los análisis concluidos prevaleció el voto del ponente, el juez Alexandre de Moraes, quien propuso penas que varían de 14 a 17 años de prisión. De Moraes fue seguido por los pareceres de los magistrados Carmen Lucía, Antonio Dias Toffoli, Flávio Dino, Gilmar Mendes y Luiz Fux.
Los letrados Cristiano Zanin y Edson Fachin defendieron correctivos menores que los planteados por el relator.
El presidente del STF, Luís Roberto Barroso, ejerció su derecho por el castigo de los acusados en cuatro crímenes.
Los ministros André Mendonça y Kassio Nunes Marques votaron por la absolución de los acusados o sanciones menores.
Para la mayoría de los jueces, hubo una clara intención por parte de una multitud de toma ilícita de poder, con uso de medios violentos, para derrocar a un gobierno democráticamente elegido, en este caso el del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los magistrados también afirmaron que los ataques configuraron el llamado crimen de multitud, cuando un grupo comete una serie de delitos, siendo que uno influencia la conducta del otro, en un efecto manada.
Con lo anterior, todos deben responder por el resultado de las transgresiones.
Hasta ahora, la Procuraduría General de la República denunció por los actos golpistas a más de mil 300 personas.
De esa cifra, la Fiscalía negocia acuerdos con más de mil de no persecución penal, cuando el acusado reconoce los crímenes y no va a juicio, el cual terminará este viernes.
El exayudante de órdenes de Jair Bolsonaro, teniente coronel Mauro Cid, reforzó el 12 de marzo la existencia de articulaciones para socavar el resultado de las pasadas elecciones y tratar de mantener en el poder al expresidente ultraderechista.
Durante su nuevo testimonio ante la Policía Federal, que duró nueve horas, Cid detalló que su exjefe quería seguir siendo mandatario, incluso, después de que fuera derrotado en las urnas por Lula.
El alto oficial vigorizó declaraciones anteriores, en las cuales destacó haber sido informado de que Bolsonaro presionó a comandantes para implicarse en el intento de golpe y detalló lo operacional del esquema.
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