Tal cinturón amazónico corresponde al 59 por ciento del territorio nacional y engloba a las divisiones de Acre, Amapá, Amazonas, Mato Grosso, Pará, Rondônia, Roraima, Tocantins y parte de Maranhão.
De acuerdo con las estadísticas el Instituto del Hombre y Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), el año pasado, en este mismo período (enero y febrero) fueron talados 523 kilómetros cuadrados (km²) de bosque en el espacio que equivale al tamaño de Brasilia.
En lo que va de 2024, fueron derribados 196 km². Con lo anterior queda confirmado que la devastación en el bioma tuvo la menor tasa de los últimos seis calendarios y una disminución del 63 por ciento al compararlo con la misma etapa del año pasado.
Las fichas son del Sistema de Alerta de Deforestación (SAD) del instituto, que difieren de la metodología del Deter (detección de deforestación en tiempo real), del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Para el Imazon, los satélites usados resultan más refinados que los del gobierno y son capaces de detectar áreas desoladas a partir de una hectárea, mientras las alertas del INPE tienen en cuenta espacios mayores que tres.
Aunque la noticia es positiva, el instituto advierte que la deforestación en el primer trimestre sigue superando los niveles registrados en los mismos meses entre 2008 y 2017, con excepción de 2015.
Durante ese período, la tala de bosques permaneció por debajo de 150 km² en todos los años, con base en el monitoreo por imágenes de satélite del Imazon.
Respecto a los estados que integran la Amazonia legal, en los primeros dos meses, los de mayor deforestación en el bioma fueron Mato Grosso (32 por ciento), Roraima (30) y Amazonas (16), totalizando 152 km² de selva destruida, representando 77 por ciento del total en la región.
El Imazon señala que Mato Grosso vio su deforestación impulsada por la expansión agropecuaria, especialmente en municipios como Feliz Navidad, Nova Maringá, Juína, Juara, Marcelândia y Canarana.
Por su parte, Roraima fue testigo de avances de destrucción hasta dentro de tierras indígenas, con ocho territorios listados, incluyendo Yanomami, Manoá-Pium y Raposa Serra do Sol.
En el Amazonas, se destaca la expansión de la devastación en asentamientos, con municipios de la región Sur siendo los más afectados.
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