Al decir de la Comisión Europea, sus propuestas para flexibilizar la “complejidad normativa” de la rama en cuestión podrían incentivar inversiones públicas y privadas, cuyos resultados serían de utilidad para modernizar otras esferas, entre ellas, la agrícola, forestal, energética y alimentaria.
Según explicó la funcionaria Margrethe Vestager, el propósito es “crear el entorno adecuado para que este sector crezca y ofrezca soluciones globales a los problemas sociales y medioambientales”.
A la vista están “los mismo retos”, desde el cambio climático hasta la escasez de recursos, y la biotecnología puede contribuir a resolver estos problemas, además de potenciar la competitividad de la UE, juzgó.
Además de corregir la complejidad normativa, el bloque debería facilitar el acceso a la financiación y abordar otros desafíos como las barreras para la cadena de valor, la propiedad intelectual y la seguridad económica, según las consideraciones emitidas este miércoles.
La posible racionalización de las regulaciones, evaluó el organismo, debe ir acompañada de un uso más eficiente de instrumentos de la UE al alcance de la industria, como el programa Horizonte Europa, el Fondo de Innovación y la plataforma de Tecnologías Estratégicas.
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