El evento nacional coincide con el 30 aniversario del inicio de la democracia en Sudáfrica, y se llevó a cabo bajo el tema “Tres Décadas de Respeto y Promoción de los Derechos Humanos”.
Como punto destacado en la agenda del día, se rememoró la masacre de Sharpeville, de 1960, donde manifestantes pacíficos que marchaban contra las leyes de pases discriminatorias del Apartheid fueron asesinados por la policía.
La celebración del evento en Sharpeville (en la central provincia de Gauteng) simboliza el compromiso del gobierno de honrar los sacrificios realizados por quienes lucharon y murieron por nuestra liberación en esa y otras comunidades en toda Sudáfrica, resaltó la Presidencia.
En la ocasión, Cyril Ramaphosa alentó a los sudafricanos a seguir honrando a quienes lucharon “por los derechos que todos disfrutamos hoy y apreciamos”.
Aunque han pasado muchas décadas, dijo al intervenir en el evento, todavía recordamos con gran pena y dolor a las 69 personas que fueron asesinadas y a las muchas más que quedaron mutiladas mientras protestaban en paz contra las graves injusticias que se les imponían.
Todavía recordamos, resaltó, cómo a todos los sudafricanos negros (y de otros orígenes étnicos, no europeos) se les negaron los derechos humanos básicos que les correspondían, echo a la igualdad de trato, a votar y a ser escuchados, a vivir donde quieran, a la educación y a la atención sanitaria, y a la protección de la ley.
“La nuestra, sostuvo, fue una lucha para hacer realidad la visión de la Carta de la Libertad, adoptada por el Congreso del Pueblo en 1955, de una Sudáfrica próspera y libre y en la que todos disfruten de iguales derechos y oportunidades”.
Fueron estos principios y esos ideales, esas luchas y esos sacrificios los que permitieron el logro de nuestra democracia y la adopción de la Declaración de Derechos que está en el centro de la Constitución democrática del país, agregó.
Ahora, sostuvo el mandatario sudafricano, al celebrar 30 años de libertad, reflexionaremos sobre los avances que hemos logrado en la realización progresiva de los derechos sociales y económicos contenidos en nuestra Constitución.
Asimismo, prosiguió Ramaphosa, se evaluarán las instituciones que elaboran las leyes, que representan las opiniones y buscan regularmente el consejo del pueblo sudafricano.
Destacamos también, enumeró, la independencia del poder judicial, la vitalidad de la actual sociedad civil sudafricana, el activismo de los sindicatos y la libertad de los medios de comunicación.
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