De esta forma concluye oficialmente, además, el proceso de asignaciones para el año fiscal 2024 (que termina el 30 de septiembre) en la Cámara Baja.
La propuesta, que incluye seis proyectos de ley de financiación, fue aprobada en ese órgano del legislativo por 286 votos a favor y 134 en contra, horas antes -como ya tienen acostumbrados en el Capitolio- de que una serie de agencias y programas se quedaran sin fondos.
Se espera que el Senado se pronuncie rápidamente sobre el extenso paquete, con la esperanza de que lo avalen y llegue al escritorio del presidente Joe Biden antes de la medianoche para evitar una interrupción en la financiación e irse a su receso de dos semanas por Semana Santa.
La exitosa votación de la Cámara de Representantes puso un punto final al proceso de asignaciones del actual año fiscal, que se prolongó durante meses con cuatro extensiones a corto plazo.
El arduo proceso condujo igualmente al derrocamiento por primera vez de un presidente en ejercicio e incitó amargas batallas entre los republicanos de línea dura y líderes de ese partido.
Aunque los principales legisladores acogen con satisfacción la conclusión del prolongado proceso, que significó también una especie de victoria para el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, se auguran tormentas políticas.
Si bien Johnson evitó un cierre, ganó, como su antecesor con el mazo, Kevin McCarthy, que interpusieran una moción en su contra para destituirlo.
Su colega Marjorie Taylor Greene, representante por Georgia, quien se ha convertido en una de sus principales críticas, anunció este viernes el mismo mecanismo que llevó a la expulsión de McCarthy cuando en septiembre respaldó al paquete de gastos para evitar entonces el cierre del gobierno federal.
Sobre el paquete actual, los conservadores criticaron el elevado monto, la inclusión de varias prioridades de gasto, la exclusión de algunas de sus controvertidas cláusulas políticas y el proceso mediante el cual se llevó el proyecto de ley al pleno.
Johnson renunció a la “regla de las 72 horas” y, en cambio, dio a los legisladores aproximadamente un día y medio para leer el texto legislativo. Y llevó el proyecto de ley al pleno bajo suspensión de las reglas, lo que eliminó la capacidad de los conservadores de bloquear la medida en una votación de procedimiento, reseñó el diario The Hill.
El proyecto de ley garantizará los fondos para los departamentos de Defensa, Seguridad Nacional, Trabajo, Salud y Servicios Humanos y Estado, así como para otras agencias federales, servicios financieros y operaciones en el extranjero. Biden anticipó que lo firmará apenas lo reciba.
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