Las discusiones en el Congreso de Diputados entre la izquierda gobernante, con Pedro Sánchez a la cabeza, y conservadores y ultraderecha, liderados por Alberto Núñez Feijóo, rebasaron los límites con acusaciones mutuas en las que se involucran, también, a familiares cercanos de los políticos.
Partidos fuera del foco de los grandes protagonistas, hicieron insistentes llamados a la cordura y a rebajar las tensiones. De momento, las cosas siguen igual y rasgarse las vestiduras, con el estilo conocido en España como “y tú más”, no dan tregua.
Hay dos trasfondos en el ambiente, las tramas de corrupción y la propuesta de ley de amnistía, aprobada por mayoría en la Cámara Baja y que ahora llegó al Senado, donde la mayoría conservadora encabezada por el Partido Popular (PP) trata de descalificarla, atribuyéndole el carácter de inconstitucional.
La corruptela, con dos investigaciones delicadas y de gran impacto, está en primer plano actualmente, con revelaciones de enriquecimiento ilícito de la pareja de Isabel Díaz Ayuso (PP), presidenta de la Comunidad de Madrid.
Autos de lujo, compra de una vivienda de alta nivel, defraudación fiscal, empresas ficticias y negocios de venta de mascarillas durante la pandemia, son los delitos a los que se acusa a Alberto González Amador, pareja sentimental de Ayuso.
Empero, el PP contrataca, colocando a la esposa del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en el eje –con beneficios de comisiones- del rescate de la aerolínea Air Europa. Hasta ahora, no se ha podido probar nada contra Begoña Gómez, la mujer del gobernante.
Un tanto relegada, aunque en curso, la trama en las pesquisas sobre contratos multimillonarios de Koldo García, exasesor del exministro socialista José Luis Abalos, es otra gran tela donde cortar.
Las mascarillas sanitarias están igualmente en el centro de las investigaciones, algo que el PP impulsa para cuestionar además las gestiones de la actual presidenta del Congreso, Francina Armengol, decuando era titular del Gobierno de Islas Baleares.
Más allá, el anuncio ayer del líder en el exilio de Junts por Cataluña, Carles Puigdemont, para presentarse a las elecciones regionales de mayo, echó más leña al fuego a la iniciativa de la legislación que amnistiaría a numerosas figuras catalanas involucradas en el intento de secesión de esa región.
Por lo pronto, en el Senado de mayoría conservadora, se hace todo lo posible por desbarrar y deslegitimar a la eventual ley de amnistía, que volverá a la Cámara Baja en dos meses.
mem/ft
