La medida refleja un esfuerzo por incrementar la expansión israelí en ese territorio, en claro desafío a la comunidad internacional, denunció en un comunicado Jamal Rushdi, portavoz del secretario general de la organización.
Los crímenes de ese país en la Franja de Gaza, a pesar de su atrocidad y brutalidad, no deben desviar la atención del actual plan de anexar tierras en la Ribera Occidental, alertó.
Rushdi llamó al mundo a asumir sus responsabilidades y adoptar una posición que ponga fin a tales violaciones.
Las autoridades palestinas también denunciaron el proyecto adoptado por la vecina nación.
El portavoz de la presidencia, Nabil Abu Rudeina, advirtió que es imposible la paz y la seguridad en Oriente Medio sin el establecimiento de un Estado palestino libre de asentamientos y colonos israelíes.
Aseguró que la medida es un nuevo desafío a la comunidad internacional, que rechaza de forma casi unánime los asentamientos judíos en la Ribera Occidental.
Abu Rudeina llamó a Estados Unidos a demostrar su compromiso con el derecho internacional y obligar a su aliado “a detener la guerra de genocidio que está librando contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y Cisjordania”.
En similar sentido se pronunció el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados palestino, que condenó la decisión del “ministro fascista del gobierno de ocupación israelí, Bezalel Smotrich”.
El titular de Finanzas declaró a esos ocho mil dunams como “tierras estatales”, como antesala para asignarlos a la expansión de las colonias.
La Cancillería afirmó que esa designación es un crimen en el verdadero sentido de la palabra, que tiene como objetivo avanzar en la colonización y la anexión de Cisjordania.
mem/rob