El conocido periodista Alonso Ramos informó que Néstor Amado reportó la pérdida de su billetera donde tenía la tarjeta de acceso a la cuenta compartida con Boluarte y afirmó que posteriormente el dispositivo fue usado para extraer fondos cuyo monto no trascendió.
La cuenta, que contiene los fondos del Club Apurímac, que Boluarte presidía antes de acceder al Gobierno, guardaba la mayoría de los aproximadamente 400 mil dólares de ingresos de origen desconocido por la inteligencia financiera.
El extraño hecho se suma a la desaparición temporal del cuaderno de registro de visitas y otros datos de la guardia de la casa de la mandataria, que no vive en la residencia presidencial del Palacio de Gobierno.
El primer ministro Gustavo Adrianzén solo comentó al respecto que el asunto es investigado y que se dispuso suprimir el uso del cuaderno porque afecta la privacidad de la mandataria.
Sobre el insólito suceso, los fondos bajo sospecha y en un primer plano los relojes Relox (al menos tres, según la prensa) de la colección de la mandataria, el jurista Andy Carrión comentó que la situación de la mandataria se complica cada vez más y, peor aún, por no dar explicaciones públicas.
La mandataria dijo inicialmente que lo de los relojes es un asunto privado y posteriormente que primero hablará ante la Fiscalía que la investiga por presunto enriquecimiento ilícito y omisión de declaración de bienes, por el caso de los relojes.
El primer ministro, Gustavo Adrianzén, insistió en que el vaso está en manos de la Fiscalía, donde se dará las explicaciones y consideró insólito que se habla de desbalance patrimonial (más gastos que ingresos) cuando hay análisis que lo niegan.
La mayoría de los análisis coinciden en que no hay condiciones para que los factores de decisión principalmente, el Parlamento, considerado aliado del Ejecutivo, activen la vacancia (destitución) por la genérica causa de permanente incapacidad moral.
En el parlamento no hay hasta ahora ninguna iniciativa de formar una comisión investigadora sobre la situación de la mandataria, señal de que el Legislativo abre el camino a una posible vacancia.
Ello se debe a que, según el comentarista Augusto Álvarez, los legisladores no quieren perder sus curules pues, de caer Boluarte, se precipitarían elecciones adelantadas que interrumpirían el mandato que recibieron, vigente hasta 2026.
La posición de los legisladores, anotó, sería como una vieja canción peruana que en parte dice: “Que sufra mucho pero que nunca muera”.
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