Es obvio que las fuerzas ocupantes de Estados Unidos e Israel estén intercambiando roles para atizar la situación en la región y continuar sus actos agresivos contra Siria y otros países que rechazan los crímenes de Washington y Tel Aviv, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores por medio de un comunicado.
Denunció que tales agresiones generan un estado de tensión y explosión en la región porque cada vez que la situación se calma en un lugar se empeñan en escalarla en otros lugares con el fin de mantener a Oriente Medio en situación explosiva y distante de la paz justa y global.
Damasco no olvidará estos crímenes y reafirma su derecho a la legítima autodefensa y a responder al agresor por los medios garantizados por el derecho internacional, precisó la declaración.
El texto fustigó que Estados Unidos se cree el gendarme del mundo con pretextos condenados por la Ley Internacional y el derecho humanitario.
Washington apoya, financia y arma al Daesh y otros grupos terroristas para que cometan atentados terroristas, como sucedió recientemente, precisó.
La Cancillería concluyó su declaración con hacer un llamado a los países soberanos y libres a condenar esta agresión y exigir que Estados Unidos pongan fin a su presencia ilegal y operaciones militares terroristas en la región.
El Ministerio de Defensa de Siria había anunciado que siete militares y un civil perdieron la vida por los ataques aéreos de Estados Unidos perpetrados con cazas y drones contra localidades y puestos militares, en la provincia de Deir Ezzor, ubicada a unos 450 kilómetros al nordeste de Damasco, la capital.
El 3 de febrero, cazabombarderos de Estados Unidos atacaron decenas de puntos del ejército sirio y sus aliados, en Deir Ezzor, causando la muerte de 37 personas, además de la destrucción de varios edificios residenciales, una escuela y sitios históricos, incluido el castillo de Al-Rahba.
Durante los meses de octubre y noviembre del año pasado, similares ataques se llevaron a cabo contra posiciones de las Fuerzas Armadas de Siria y sus aliados, en la misma gobernación de Deir Ezzor.
Washington mantiene una quincena de bases en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco ni la aprobación de las Naciones Unidas, las cuales han sido atacadas con misiles y drones en más de 150 ocasiones durante los últimos tres meses, en respuesta al apoyo estadounidense al genocidio cometido por Israel en Gaza.
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